Ética

Ética como guía de comportamiento en sociedad

La definición de ética se explica como una rama de la filosofía, se considera como una ciencia normativa. Esta  palabra o término  que proviene de la palabra griega Ethos , que originalmente significaba “costumbre”, está vinculada a la moral.

La ética, la moral, los  valores y la libertad, son cuatro términos que tienen diferentes significado, pero que de alguna forma podemos encontrar una gran relación entre ellos. La ética son los parámetros o escala de valores que nos indica “que está bien” o “que está mal”, es  nuestra guía para comportarnos en sociedad, puesto que aunque somos libres y tomamos decisiones sobre nuestras vidas, la libertad de cada uno de nosotros termina donde empieza la de los otros.  Los valores, respeto, tolerancia, amor, honestidad, etc. Son los que nos ayudan a tener una buena convivencia, porque nos guían, nos dan los parámetros para comportarnos de una manera justa y  nos ayuda a mantener un equilibrio.

Una norma básica es trata a los demás como te gustaría que te traten a ti; o poniéndolo de otra manera, no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti, Partiendo de este punto  y poniendo como ejemplo, a quien le agrada que lo griten y que le exijan hacer algo? A nadie por supuesto, mas, muchas veces le hacemos eso a las demás personas, no decimos “por favor” pues  asumimos       que los demás están en la obligación de hacer las cosas para nosotros, muchas veces porque el “dios dinero está de nuestro lado” porque pensamos que el hecho de tener cosas materiales nos hace más que otros, y ni que decir de la palabra “gracias”, aunque yo pague por el servicio que tú me estas prestando, el gracias es una forma de expresar lo satisfecho que me siento porque tú haces algo por mí. Pero si a mí me exigen algo, me siento enojada, pienso quien es aquel para estarme exigiendo algo?  O quizá cuando le prestó un servicio o una ayuda a alguien y esa persona olvida agradecer?  Se siente una mala sensación.

Cuando en el trabajo, estudio o en cualquier ámbito de nuestras vidas, nos encontramos con personas que buscan “utilizarnos” para sus intereses; esto lo relaciono con una frase que continuamente he escuchado de varias personas   “ el vivo vive del bobo, y el bobo de papi y mami”. Es un poco grotesca esta frase pero en cierto sentido es tan real, y si nos detuviéramos a mirar a nuestro alrededor nos daríamos cuenta como esto se da en muchas personas que están cerca de nosotros.

Fernando Savater, en su libro Ética para amador,  aduce que  el mundo está lleno de personas mal intencionadas o descarados canallas que se consideran sumamente astutos cuando sacan provecho de la buena intención de los demás y hasta de sus desventuras. Y al mismo tiempo nos explica que en si la mayor ventaja o mayor provecho que podemos sacar de nuestros semejantes es su complicidad y afecto, los cuales son cosas que no se compran ni con todo el oro, es algo invaluable, no tiene precio.

Como dije anterior mente cuando me réferi al “dios dinero” , creo que es ese deseo desmesurado por obtener cosas materiales lo que hace que muchas personas pasen por encima de cualquiera para lograr sus fines, es este deseo de “poder” lo que conlleva a muchos a pasar por encima de otros para lograr lo que quieren, es haber perdido el amor y el significado de respeto por nuestros semejantes, esto es lo que ha hecho que los valores y principios ya no sean enseñados y puestos en práctica.

Savater nos explica que una persona que está acostumbrada a obrar mal se le dificulta hacer el bien, al igual que a alguien que siempre procura hacer el bien se le dificultara obrar mal, lo interpreto como si el bien y el mal fuesen un chip que se le implanta a cada ser humano al nacer,  pero yo opino que el actuar bien o mal simplemente es una elección que uno toma con base en todo lo que a uno se le ha enseñado, es todo eso que le inculcan a uno en casa, en el colegio, es ser consientes de que el ser humano y su dignidad está por encima de cualquier cosa.

En la película El club emperador  se narra la una historia donde el dinero y el poder son los motores principales de la aceptación de los alumnos para esta institución, donde el profesor Hunter , a pesar de procurar mantener su ética se ve obligado a callar en una situación indecorosa de fraude, de trampa, porque el chico que se encontraba haciendo trampa era el hijo de un senador, quien daba jugosas donaciones al colegio; y como nos dice Savater a las personas que obran mal se les dificulta hacer el bien, así sucedió con el chico que en el colegio hacia trampa y ya en su edad adulta esto no había cambiado, en esta parte estoy deacuerdo con la frase “corregir al niño para no tener que castigar al adulto”  desde mi punto de vista, tal vez si en aquella ocasión  al chico le hubiesen hecho caer en cuenta de lo malo del acto que había cometido, el habría rectificado y cambiado el curso de su vida, convirtiéndose en persona de bien.

El profesor  Hunter en el momento en que se dio cuenta de la trampa que estaba haciendo el chico, se dirigió al director del plantel mas este le ordeno que ignorara el acto del chico, es una difícil situación, pues lo correcto desde mi punto habría sido el delatar al chico, mas el profesor decidió ocultarlo por que así lo decidió su superior; comparando esta situación con algunas que se pudieran presentar en nuestro ámbito laboral, para muchos seria obvio el hecho de que hay que seguir las ordenes de nuestros jefes, pero hasta que punto si estas van en contra de nuestros principios? Estaríamos dispuestos a pasar por encima de estos por mantener nuestro trabajo? O  llevarles la contraria arriesgándonos a perder nuestros empleos? En mi caso, ese sensor que hay en mi ser, que me guía, me alienta a hacer el bien o me frena cuando estoy pensando en hacer algo incorrecto, es como la voz de mi conciencia, que no me permite ir en contra de lo que me han enseñado, es lo que me detiene en el memento de que mis intereses empiezan a afectar la libertad  de los demás, es lo que me permite despertar todos los días con mi conciencia tranquila y caminar los senderos de mi vida con la frente muy en alto.